
Qué debe saber sobre la varicela
Cada año, miles de estadounidenses desarrollan la característica y pruriginosa erupción de la varicela. Si bien la vacunación ha reducido drásticamente los casos en todo el país, comprender esta enfermedad infantil común sigue siendo importante para los padres, cuidadores y adultos que nunca tuvieron la infección o la vacuna. Esto se debe a que, en los últimos años, el consenso médico en torno a la varicela ha cambiado, con un mayor enfoque en las posibles complicaciones graves que puede causar.
Aquí tiene lo que debe saber sobre la varicela y cómo protegerse mejor a usted mismo y a los demás.
¿Qué Es la Varicela?
La varicela es una erupción pruriginosa similar a ampollas causada por el virus varicela-zóster. Si una persona en un hogar la tiene, hasta el 90% de los miembros de la familia no inmunes también la contraerán, lo que la convierte en una de las enfermedades infantiles más contagiosas. Esto se debe a que el virus se propaga fácilmente por el aire cuando alguien tose o estornuda, o por contacto directo con el líquido de las ampollas. Antes de que una vacuna estuviera disponible en 1995, la varicela afectaba aproximadamente a 4 millones de estadounidenses anualmente.
Lo que muchas personas no se dan cuenta es que después de la recuperación, el virus no abandona su cuerpo. En cambio, permanece inactivo en sus tejidos nerviosos durante décadas. Más adelante en la vida, este virus puede reactivarse como culebrilla (herpes zóster) — una erupción dolorosa y ampollosa que suele aparecer en un lado del cuerpo.

¿Quién está en riesgo?
Aunque cualquiera puede contraer varicela, afecta más comúnmente a niños menores de 12 años. Antes de 1995, la varicela era una de las enfermedades infantiles más comunes, afectando a casi todos los niños antes de los 9 años.
Los niños con varicela suelen experimentar síntomas más leves que los adultos, pero aun así pueden enfrentar complicaciones. La AAP (Academia Estadounidense de Pediatría) enfatiza que incluso en niños sanos, la varicela puede llevar a complicaciones graves y, en ocasiones, a la muerte.
Signos y Síntomas
La varicela generalmente se desarrolla en etapas a lo largo de cuatro a siete días. Los síntomas tempranos a menudo aparecen uno o dos días antes de la erupción y pueden incluir:
- Fiebre
- Fatiga
- Pérdida de apetito
- Dolor de cabeza
El signo más reconocible es una erupción pruriginosa que progresa de pequeños bultos rojos a ampollas llenas de líquido que finalmente forman costras. La erupción suele comenzar en el pecho, la espalda y la cara antes de extenderse por todo el cuerpo, incluyendo potencialmente el interior de la boca y los párpados.
Posibles Complicaciones
Si bien la mayoría de los niños sanos se recuperan sin problemas, la varicela puede llevar a complicaciones graves, tales como:
- Infecciones bacterianas de la piel, incluyendo infecciones por estreptococos del Grupo A
- Neumonía (infección pulmonar)
- Encefalitis o ataxia cerebelosa (infección o hinchazón del cerebro)
- Complicaciones hemorrágicas (problemas de sangrado)
- Sepsis (infección del torrente sanguíneo)
- Deshidratación
Antes de la vacunación generalizada, la varicela causaba aproximadamente entre 100 y 150 muertes anualmente en los Estados Unidos. Hoy en día, las hospitalizaciones y muertes son raras gracias al programa de vacunación contra la varicela de EE. UU., aunque las personas no vacunadas siguen en riesgo.
Mantenerse seguro
La vacuna contra la varicela (varicela) es la forma más efectiva de prevenir la infección. Los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) recomiendan los siguientes esquemas de inmunización:
- Niños
- Primera dosis: 12-15 meses de edad
- Segunda dosis: cuatro a seis años de edad
- Individuos de 13 años o más sin inmunidad
- Dos dosis con cuatro a ocho semanas de diferencia
La vacuna es altamente efectiva, previniendo casi todos los casos de enfermedad grave. Si una persona vacunada contrae varicela — lo que se denomina "varicela de avance" — los síntomas suelen ser leves, con pocas o ninguna ampolla y fiebre baja o inexistente.
Culebrilla (Herpes Zóster): Una preocupación en la edad adulta
Muchos adultos mayores han oído hablar de la culebrilla (herpes zóster), una erupción dolorosa que típicamente afecta un área del cuerpo. Si usted tuvo varicela de niño, el virus permanece inactivo después de la recuperación y puede reactivarse años o décadas después, causando la culebrilla.
Los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) recomiendan Shingrix (vacuna recombinante contra el zóster) para adultos de 50 años o más, así como para adultos de 19 años o más que tienen sistemas inmunitarios debilitados. Dos dosis de Shingrix proporcionan una fuerte protección contra la culebrilla y la neuralgia posherpética (NPH), la complicación más común de la culebrilla. Usted debe vacunarse incluso si previamente ha tenido culebrilla o ha recibido una vacuna más antigua contra la culebrilla (Zostavax).
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